Por: Fredi Orlando Quintanilla Henríquez
3 de abril de 2013.
Recientemente
leí en el periódico El Diario de Hoy de fecha 31 de marzo de 2013, un artículo
titulado: Asistencialismo absorbe presupuesto y donaciones.
Creo
que muy buena parte de la población sabe cuál es la línea editorial del
periódico aludido; probablemente también esa buena franja de la población tenga
conocimiento de quiénes son sus dueños y cuáles sus intereses e intenciones
periodísticas, políticas e ideológicas; pero a decir verdad, hay otra gran
cantidad de personas que lo desconocen y, por tanto, se vuelve imperativo
escribir para contrarrestar sus pretensiones que son, sobre todo, en el momento
actual, electoreras.
En
la Constitución está escrito, en el Art. 1, que El Salvador reconoce a la
persona humana como el origen y el fin de la actividad del Estado (…) En
consecuencia, es obligación del Estado asegurar a los habitantes de la
República, el goce de la libertad, la
salud, la cultura, el
bienestar económico y la justicia
social.
Durante
los 4 gobiernos de ARENA nunca los niños y niñas de los Centros Escolares
públicos pudieron gozar de un vaso de leche para asegurarle una mejor nutrición
y por ende, buena salud;
tampoco les entregó cuadernos, zapatos y uniformes porque sencillamente a sus
presidentes: Cristiani, Calderón Sol, Paco Flores, Tony Saca y el séquito que
le rodeaban, nunca les interesó, ni les ha interesado y nunca les interesará, cumplir
y hacer cumplir con lo que emana de la Constitución, como la justicia social que reza en el Art. 1; es decir, dar a
cada quien según su necesidad.
Los
gobiernos de ARENA a lo sumo estuvieron
interesados en tres o cuatro cosas, por no decir más:
ü 1. Que los ricos del país acumularan más riqueza por la
vía de la privatización de empresas públicas como ANTEL, Bancos, Pensiones de
los Empleados Públicos, Ingenios Azucareros, Energía Eléctrica y otras.
ü 3. Explotar a los obreros, empleados, campesinos y,
ü 4. Quebrar la agricultura.
El
Gobierno del FMLN ha sido un Gobierno del Cambio cuyo interés principal ha
estado fincado en cumplir con los Derechos que le asisten a la niñez, a la
persona humana de El Salvador y, en consecuencia, a dar cumplimiento a lo que
la Asamblea Legislativa, por Decreto Legislativo No. 487 con fecha 27 de abril
de 1990, ratificó en todas sus partes la Convención sobre los Derechos del
Niño, que fue suscrito el día 26 de enero de ese mismo año.
El Art. 2 de dicha Convención establece lo
siguiente: “Los Estados Partes respetarán los derechos enunciados en la presente
Convención y asegurarán su aplicación a cada niño sujeto a su jurisdicción, sin
distinción alguna, independientemente de la raza, el color, el sexo, el idioma,
la religión, la opinión política o de otra índole, el origen nacional, étnico o
social, la posición económica, los impedimentos físicos, el nacimiento o
cualquier otra condición del niño, de sus padres o de sus representantes
legales”… y el Art. 4 de esa Ley de talla
internacional considera algo todavía más contundente que reza así: “Los Estados Partes adoptarán todas las
medidas administrativas, legislativas y de otra índole para dar efectividad a
los derechos reconocidos en la presente Convención. En lo que respecta a los
derechos económicos, sociales y culturales, los Estados Partes adoptarán
esas medidas hasta el máximo de los recursos de que dispongan y, cuando sea
necesario, dentro del marco de la cooperación internacional”.
Tampoco
es cierto lo que afirma con respecto a la pobreza. Es erróneo tomar como base
de análisis un dato sobre la pobreza que corresponde al año 2006 porque el FMLN
llega al Gobierno con Mauricio Funes a la cabeza el 1 de junio del año 2009. El
gobierno de izquierda no puede ser responsable de lo acontecido antes de su
mandato. Pero la articulista hace alusión – en su escrito – a un dato mal
intencionado utilizado por FUSADES con propósitos electorales y de desgaste a
la actual gestión. ¿Qué es lo real? Lo cierto es que la pobreza ha disminuido
en los últimos años. En el 2009 la pobreza afectaba al 43.5% de la población y
al 37.8% de los hogares y, según datos de la Presidencia de la república, para
el primer semestre del año 2012 solo afectaba a un 33% de los hogares y, en
términos de población, no llegaba al 40%. Los datos indican una reducción de la
pobreza y por tanto no es cierto lo planteado en el artículo aludido.
Es
evidente que la articulista sufre probablemente de dos cosas: la primera, de falta
de información o ignorancia y, la otra, de intelectualismo de derecha. Si su
artículo no se enfoca en los Derechos de la Niñez y los salvadoreños y, los
resultados positivos en educación referidos a la disminución de la deserción escolar… ¿Cuáles
podrían ser entonces las razones o intenciones que le llevaron a escribir el
artículo referido? ¿A qué
asistencialismo se refiere en la nota periodística si lo que el Gobierno del
FMLN está haciendo – por primera vez en
la historia de este país – es dándole a los pobres lo que en verdad les
corresponde en cumplimiento con lo que mandata la Constitución y los Tratados
Internacionales suscritos por El Salvador en materia de Derechos?
¿Qué
se puede concluir? La conclusión a la que obligadamente hay que llegar con la
lectura de dicho artículo es que el planteamiento obedece a una estratagema
política, ideológica y electoral de la derecha para sacar los réditos que sean
necesarios para construir un escenario electorero favorable a sus intereses
mezquinos de cara a las elecciones del 2014.
Otra
conclusión es que si ARENA lograra remotamente llegar otra vez a la presidencia
de El Salvador, los pobres de este país estarían condenados a olvidarse de la
garantía de sus Derechos porque el cumplimiento de los mismos es etiquetado por
los ricos, plumíferos asalariados y gente de derecha de este país, como
asistencialismo o, en el peor de los casos – como lo han expresado personeros
del partido ARENA – despilfarro.
Es
claro que los Derechos de la Niñez y las y los salvadoreños y el irrestricto
cumplimiento de la Constitución, tiene una connotación política-ideológica
vinculante a la lucha de clases; en tal sentido, para profundizar los cambios y
asegurar la continuidad del cumplimiento de lo que establece la Constitución, seguirá
siendo necesario un Gobierno de Izquierda
para que los niños, niñas, jóvenes, adultos y ancianos tengan acceso a los
derechos que por décadas le han sido violentados institucional y
estructuralmente por los gobiernos de derecha.